Recordamos a 28 años de distancia
El 22 de abril, para la ciudad de Guadalajara tiene un significado diferente, y no sería el mismo desde ese fatídico día, pero del año 1992. Minutos después de las 10 de la mañana, comenzaron a acontecer en las colonias: Analco, Mexicaltzingo, Atlas y San Carlos diversas explosiones que salieron del sistema de alcantarillado, en una extensión aproximada de 8 kilómetros, teniendo como antecedente directo en días anteriores, fuertes olores a hidrocarburos en las colonias mencionados, ante lo cual, la autoridad de aquel tiempo no accedió a realizar la evacuación.
De acuerdo a los informes emitidos por las autoridades, el saldo de la tragedia se tradujo en 212 muertos, 69 desaparecidos, 1800 lesionados, resultando afectaciones en 1142 viviendas, 450 comercios, 100 centros escolares y 600 vehículos.
Resultaron varias causas probables, entre ellas, la fuga de hidrocarburos en el subsuelo, así como acumulación de gases que, acumulado con otras variables, habría causado la ignición de la explosión.
Más allá de la tragedia y de las incalculables pérdidas humanas, ese día y los posteriores, fueron testigos de una gran solidaridad entre los tapatíos, participando ellos en las labores de rescate a pesar de no tener el equipo o el adiestramiento para esas labores. Una tragedia que quedará para siempre en la memoria de la ciudad como una muestra del nivel de unión que una situación lamentable puede generar.
