Mtro. Enrique Díaz de León, a 129 años de su Natalicio
Uno de los hijos predilectos de nuestro estado es, sin lugar a dudas, el Mtro. Enrique Díaz de León, a quien se le debe la refundación de la Universidad de Guadalajara junto con José Guadalupe Zuno, gobernador en ese entonces. Vale resaltar que ocupó la Rectoría de la misma en tres ocasiones.
Nació en Cerrito de Dolores, municipio de Pinos, Zacatecas, jurisdicción de la Parroquia de Ojuelos, Jalisco, el 26 de septiembre de 1890, y se le dio el nombre de José Enrique Francisco Faustino de Jesús. En 1899 se trasladó a Guadalajara, entonces Enrique fue matriculado en la Escuela de Artes y Oficios del Espíritu Santo de los salesianos de san Juan Bosco, donde comenzó sus estudios elementales.
Mostró desde muy temprana edad una destacada inteligencia y una manifiesta ideología socialista, lo que le valió ser apodado como el Liberal por sus compañeros del Seminario Conciliar San José. Desarrolló también actividades artísticas como la poesía y fue gran admirador de Amado Nervo y Rubén Darío.
Ocupó, en diferentes momentos, curules en el Congreso de Jalisco y en el Congreso de la Unión, impulsando importantes reformas a favor de la educación y de los trabajadores con una marcada postura ideológica de izquierda. Además, como legislador trabajó en el proyecto de ley que otorgó la autonomía a la Universidad Nacional de México.
Tuvo puestos muy destacados en las principales instituciones educativas de nuestro estado; además de la Universidad de Guadalajara, dirigió la Escuela Preparatoria de Jalisco, Biblioteca Pública del Estado, Escuela Politécnica, entre otras.
El 29 de julio de 1925 comenzaron las reuniones para reconstituir la nueva Universidad de Guadalajara. Enrique Díaz de León participó activamente y, como presidente de la Comisión de Instrucción del Congreso del Estado, preparó el proyecto de ley que facultaba al gobernador del Estado a expedir el 7 de septiembre la Ley Orgánica de la Universidad de Guadalajara que restituyó la Universidad.
El presidente de la República, Gral. Lázaro Cárdenas del Río, lo nombró presidente del Consejo Nacional de la Educación Superior y de la Investigación Científica, uno de los últimos cargos que ejerció. Fue en este puesto donde alcanzó proyección nacional como educador al presentar los proyectos para poner en vigencia en todo el país las escuelas para trabajadores. También presentó el proyecto y los trabajos preliminares para establecer las secundarias nocturnas, y los proyectos para la enseñanza industrial.
Falleció en la Ciudad de México el 28 de diciembre de 1937 a causa de una afección vesicular cuando ya había sido nombrado embajador de México en la Unión Soviética. Fue sepultado en el Panteón de Belén y trasladado en 1988 a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, donde actualmente reposan sus restos.
Desde el año de 1969 nuestra institución lleva su nombre. Hoy con mucho orgullo dignificamos el legado del maestro Enrique Díaz de León en cada uno de nuestros planteles, en nuestras aulas, brindando un servicio de calidad que nos permite continuar “Sirviendo en la transformación de la sociedad” y “Enseñando el buen camino a la juventud”.
